A la hora de realizar un proyecto de desarrollo de software, se debe llevar a cabo un contrato entre las partes involucradas. Se trata de un documento base que fija el alcance, plazo y pagos a realizar.
La elección del tipo de contrato a firmar con la otra parte es algo fundamental e influenciará considerablemente el resultado y el presupuesto final del proyecto. Las consecuencias de elegir un modelo de cooperación incorrecto pueden ser serias, desde no tener modo de cambiar o reemplazar funciones hasta finalizar con un producto apresurado o sin terminar. Por lo tanto, es importante pensar detenidamente sobre el tipo de contrato que mejor se adaptará a tus necesidades.
En este artículo te contamos lo más importante de cada una de las dos modalidades y qué cosas hay que tener en cuenta para hacer una buena elección. Además, las características y usos de un contrato por tiempo y materiales y sus beneficios en comparación con un contrato de precio fijo.
Este tipo de contrato, también conocido como llave en mano, busca establecer un precio fijo por una determinada cantidad de funcionalidades.
Tradicionalmente, es el contrato que más se utilizaba en el desarrollo de software. Pero presenta una serie de dificultades y trae un nivel de incertidumbre que es difícil de minimizar.
A lo largo de cada proceso de desarrollo, es muy común que surja la necesidad de salir de ese alcance inicial que se establece de antemano. Es natural, ya que el proceso en sí siempre descubre oportunidades de mejora que podrían modificar la estimación inicial. Por eso es importante tener en claro las desventajas de este contrato. Y el impacto que puede tener la implementación de nuevas funcionalidades, que bajo esta modalidad no se podrían incluir o tener en cuenta. Y en caso de querer incluirlas a pesar de no haberlas estimado al principio, requeriría de mayor tiempo y mayores recursos para poder gestionar su inclusión.
Hay casos en los que, en principio, la elección de un contrato de precio fijo o llave en mano no presentaría mayores dificultades.
Ellos son:
En la actualidad, las prácticas ágiles dieron lugar a una forma diferente y más flexible de gestionar proyectos y estimar el tiempo y los recursos necesarios para llevarlos a cabo. Se trata del contrato por tiempo y materiales.
Este modelo funciona sobre la base de un principio completamente diferente al modelo de precio fijo. En lugar de pagar una suma fija desde el principio por todo el desarrollo, se le paga al equipo de software por las horas necesarias para terminar un proyecto determinado. Y también por todos los materiales que utilizan en la creación del mismo.
Este tipo de contrato cuenta con dos componentes fundamentales:
– un valor fijo: el costo por hora. Por lo general es inmutable, sólo puede sufrir un ajuste en base a alguna regla definida por el paso del tiempo.
– un valor variable: las horas que se invierten en el proceso de trabajo.
Este modelo es útil cuando no se puede estimar con precisión cuánto costará el proyecto o cuánto tardará en completarse, por eso no existen ni un precio fijo ni plazos rígidos.
Es un esquema ideal para la creación de productos digitales que requieren una buena parte de creatividad y conocimiento técnico especializado. Encaja perfecto con la agilidad, permite la modificación de funcionalidades e involucra a más actores. Esto último se da debido a que otorga flexibilidad para realizar las iteraciones que sean necesarias en busca de la mejor versión.
Además, se mejoran los tiempos de entrega debido a que se evitan la presupuestación tan detallada y toda la gestión previa al inicio. Esto permite que se comience a trabajar mucho más rápido que cuando elegimos un contrato de precio fijo.
Con este tipo de contrato, el proveedor no tiene la presión de ser eficiente y optimizar las horas de trabajo utilizadas para maximizar su ganancia. Por lo tanto, no tendrá en mente agilizar o simplificar procesos o tareas, y de este modo logrará un resultado superior.
Para llevar adelante proyectos con contratos de este tipo, lo principal es la transparencia con el cliente y la buena comunicación. Es muy importante poder transmitirle la realidad de la demanda de actividad sobre las tareas y los esfuerzos necesarios para cada cosa.
El modo de facturación es acorde a la cantidad de horas dedicadas registradas y dependen de la disponibilidad del cliente y del proveedor.
Elegir un modelo de contrato correcto es crucial para tu proyecto. Es muy importante que se adapte a los procedimientos y procesos operativos y a los requerimientos de tu empresa y sus objetivos.
En Syloper creemos que el contrato de tiempo y materiales es el se adapta mejor a nuestros valores y forma de trabajar, y nos permite alcanzar mejores resultados para nuestros clientes. Aunque tenemos muy en claro que no es el ideal para todos los proyectos.
Buscamos constantemente ser flexibles a favor de nuestros clientes y siempre sus necesidades y metas son nuestra prioridad.
Somos muy cuidadosos con el tiempo que el equipo dedica a cada tarea y utilizamos herramientas que nos permiten evidenciar las horas que se invierten en cada proyecto. Además, realizamos un balance claro sobre sobre cada trabajo y su costo.
De esta manera promovemos nuestra productividad y la transparencia entre nosotros y con nuestros clientes.
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